Neisseria meningitidis

¿Qué es la enfermedad meningocócica?

La enfermedad meningocócica es una enfermedad bacteriana grave que puede causar inflamación grave de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal (meningitis) o infección del torrente sanguíneo (sepsis meningocócica). La neumonía también puede ocurrir, pero es menos común.

De acuerdo con la información proporcionada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el contagio de las bacterias meningocócicas ocurre a través del intercambio de fluidos respiratorios y de la garganta, tales como la saliva, lo que puede suceder al toser, compartir espacios reducidos o besarse.

Incidencia

Cualquier persona puede contraer la enfermedad meningocócica, pero las personas con mayor riesgo incluyen:

  • niños menores de 1 años
  • Adolescentes y adultos jóvenes de 16 a 23 años
  • estudiantes universitarios
  • personas con ciertas afecciones médicas que afectan el sistema inmunitario, como el VIH
  • Microbiólogos que trabajan habitualmente con cultivos de Neisseria meningitidis, la bacteria que causa la enfermedad meningocócica.
  • Personas de una comunidad que experimentan un brote
  • personas que viajan a países donde la enfermedad meningocócica es considerada epidémica o notablemente prevalente
  • reclutas militares

Incluso con tratamiento, aproximadamente 1 de cada 6 personas con enfermedad meningocócica invasiva morirán, a veces en tan solo 24 horas. De los que sobreviven, 1 de cada 5 pueden sufrir complicaciones graves y permanentes, como daño cerebral, daño renal, pérdida de audición y amputación de brazos, piernas, dedos de las manos o de los pies.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los casos de enfermedad meningocócica han aumentado en los últimos años y ahora superan los niveles previos a la pandemia. En 2024, se notificaron 503 casos, el mayor número de casos de enfermedad meningocócica en los Estados Unidos desde 2013.

Síntomas

Los primeros síntomas de la enfermedad meningocócica suelen ser similares a los de la influenza (gripe) (gripe), lo que puede causar un retraso en el diagnóstico y el tratamiento. Estos síntomas pueden avanzar de forma acelerada y, por lo general, incluyen una o más de las siguientes manifestaciones:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • rigidez del cuello
  • confusión
  • Náuseas o vómitos
  • Agotamiento
  • sarpullido purpúreo

La muerte puede ocurrir en un lapso de 24 a 48 horas. Es importante que las personas que experimenten estos síntomas, en especial si son repentinos, progresivos o agudos, busquen atención médica de inmediato.

Prevención

Mantenerse al día con las vacunas recomendadas es la mejor manera de protegerse contra la enfermedad meningocócica. Actualmente hay 3 tipos de vacunas antimeningocócicas disponibles en los EE. UU. (MenACWY, MenB, MenABCWY).

Los CDC recomiendan la vacunación sistemática con MenACWY para:

  • Todos los preadolescentes de 11 a 12 años
  • Todos los adolescentes de 16 años (dosis de refuerzo)
  • niños y adultos con mayor riesgo de enfermedad meningocócica

Los CDC recomiendan la vacunación sistemática con MenB para:

  • personas de 10 años o más con mayor riesgo de enfermedad meningocócica

Los adolescentes y adultos jóvenes (de 16 a 23 años) también pueden recibir la vacuna MenB

Los CDC recomiendan la vacuna combinada MenABCWY como opción para:

  • personas de 10 años o más que necesitan vacunarse con MenACWY y MenB en la misma visita

Hable con un profesional de la salud de confianza sobre las dosis olvidadas de MenACWY y sobre la vacuna MenB.

Los CDC recomiendan las vacunas contra la meningitis para adultos con mayor riesgo, entre ellas:

  • Personas con ciertas afecciones médicas
  • personas que viajan a otros países o regiones donde la enfermedad meningocócica es endémica
  • Aquellos cuyo trabajo implica trabajar con bacterias meningocócicas
  • estudiantes universitarios
  • personal militar
  • Personas en una comunidad que experimenta un brote de enfermedad meningocócica

Tratamiento

La enfermedad meningocócica se puede tratar con antibióticos, pero la atención médica rápida es extremadamente importante para ayudar a reducir el riesgo de muerte. Según la severidad de la infección, los afectados por esta enfermedad podrían requerir tratamientos adicionales, tales como:

  • Soporte respiratorio
  • Medicamentos para la presión arterial
  • Cirugía para extirpar el tejido muerto
  • Cuidado de heridas para daños en la piel

 

Actualizado en julio del 2025

Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Organización Mundial de la Salud