El Premio Maxwell Finlandia al Logro Científico honra a los científicos que han realizado contribuciones sobresalientes a la comprensión de las enfermedades infecciosas y la salud pública.

Rino Rappuoli, PhD, de la Fondazione Biotecnopolo di Siena, recibirá el 2025 NFID Maxwell Finland Award for Scientific Achievement, en reconocimiento a su trabajo como innovador, científico y líder en el campo de la patogénesis microbiana y el desarrollo de vacunas que ha tenido un tremendo impacto en la salud pública. En los últimos 40 años, Rappuoli ha liderado importantes avances que han transformado la forma en que se desarrollan las vacunas. Su trabajo incluye el desarrollo de tecnologías revolucionarias para ayudar a desarrollar vacunas más seguras y eficaces para enfermedades como la enfermedad por Hib (Haemophilus influenzae tipo b), la influenza (gripe) (gripe), la enfermedad neumocócica y la tosferina (pertussis). Fue pionero en un nuevo método llamado vacunología inversa, que utiliza información genética para diseñar vacunas, y condujo a la primera vacuna exitosa contra el meningococo B, que puede causar meningitis y otras infecciones peligrosas. "El liderazgo visionario de Rino Rappuoli ha transformado la forma en que descubrimos y desarrollamos vacunas", dijo Steven Black, MD, codirector de la Red Global de Datos de Vacunas y profesor emérito de pediatría en el Hospital Infantil de Cincinnati. "Sus logros científicos han salvado millones de vidas y siguen dando forma al futuro de la salud pública mundial". Rappuoli mantiene su compromiso con el avance de las vacunas tanto para las amenazas emergentes como para las poblaciones desatendidas de todo el mundo.

Video Tributo


Discurso de aceptación


Entrevista con Rino Rappuoli

¿Cuál es tu mayor logro profesional?

El mayor logro de mi carrera ha sido trabajar en la intersección de la ciencia de vanguardia y la aplicación en el mundo real, contribuyendo no solo al descubrimiento de vacunas innovadoras, sino también a su desarrollo, licencia y uso global para mejorar la salud de las personas.

¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional?

El mayor desafío fue el desarrollo de la vacuna contra el meningococo B, una terrible enfermedad que puede matar a un niño sano en cuestión de horas, destruyendo familias. Todo el mundo en el campo estaba tratando de resolver este problema utilizando tecnologías convencionales, con poco éxito. Tenía claro que la única forma de salir de este callejón sin salida era ir más allá de las herramientas científicas de la época y aprovechar la revolucionaria innovación tecnológica de los años 1990.

El proyecto, que parecía imposible en ese momento, surgió en un momento único de la historia, cuando por primera vez fue posible secuenciar los genomas de organismos vivos. La necesidad urgente llevó a una colaboración con Craig Venter y Richard Moxon, lo que resultó en el desarrollo de la vacunología inversa, un enfoque que no solo resolvió el problema de la vacuna contra el meningococo B, sino que también allanó el camino para usar la genómica para desarrollar muchas otras vacunas.

¿Quién o qué te inspiró a trabajar en enfermedades infecciosas?

Tuve la suerte de nacer en una pequeña ciudad de provincias en Italia que tenía un legado científico único. En 1904, Achille Sclavo, profesor universitario e higienista, fundó allí un instituto para producir sueros y vacunas. En los años 1960, Albert Sabin eligió ese mismo instituto para desarrollar su vacuna contra la poliomielitis. Las conferencias de Albert Sabin y el impacto de la vacuna Sabin, que recibí cuando era niño, me dejaron una profunda impresión y me mostraron el poder de la ciencia para superar enfermedades devastadoras.

Mi carrera profesional fue moldeada por Emil Gotschlich en Rockefeller, Jack Murphy y Alvin Pappenheimer en Harvard, y Stanley Falkow en Stanford, pero también por muchos colaboradores. Una de las que destaca es Mariagrazia Pizza, quien lideró el descubrimiento y desarrollo científico de las vacunas acelulares contra la tosferina y el meningococo B. Trabajar con estas personas me permitió traducir los sueños en vacunas reales que están salvando vidas.

¿A quién admiras más y por qué?

Admiro a los científicos visionarios que ven las innovaciones revolucionarias antes que otros y persiguen sus sueños a pesar del escepticismo hasta que esos sueños se hacen realidad. Craig Venter y David Baker son ejemplos de aquellos a los que admiro hoy.

¿Cuáles son las mayores amenazas y oportunidades para la profesión?

Estamos en un momento único en el que la ciencia y la tecnología nunca han sido más emocionantes o poderosas. Tenemos tecnologías que pueden resolver problemas importantes, desde mejorar la preparación para pandemias hasta mejorar la calidad de vida de las poblaciones que envejecen, pasando por el abordaje de enfermedades neurodegenerativas que tienen un componente infeccioso. Desgraciadamente, también estamos viviendo un momento en el que los movimientos anticientíficos están ganando terreno en muchas partes del mundo, obstaculizando el progreso e impidiendo una mejor calidad de vida. Estamos viviendo un momento difícil, pero creo que será temporal, porque el impacto de la ciencia es tan poderoso que nadie puede detenerlo.

¿Cuáles son los mayores cambios que has visto desde que comenzó tu carrera?

Los mayores cambios han sido las tecnologías innovadoras de las vacunas, como la vacunología inversa, la vacunología estructural, los adyuvantes, la biología sintética y la inteligencia artificial. Sin embargo, quizás el cambio más importante ha sido en la forma de trabajar de los científicos, que ha evolucionado de científicos individuales a grandes equipos multidisciplinarios que trabajan juntos para resolver problemas.

Sabiendo lo que sabes ahora, ¿qué harías de manera diferente, si es que harías algo?

Me siento muy afortunada. Logré más de lo que pensé que lograría, y a mi edad todavía puedo contribuir. No me arrepiento.

¿Cuál es su consejo para la próxima generación de profesionales de enfermedades infecciosas?

La ciencia y la tecnología están haciendo de este el mejor momento de la historia para abordar las enfermedades infecciosas. Las nuevas tecnologías pueden proporcionar soluciones equitativas para la población mundial. Necesitamos ser resilientes, superar los desafíos anticientíficos del momento y confiar en el futuro.

¿Alguna idea adicional?

Mi cita favorita, traducida del poeta italiano Dante Alighieri, es "No nacimos para vivir en la ignorancia como los animales, sino para explorar el universo y sus secretos, para mejorar nuestro conocimiento y usarlo en beneficio de la humanidad".


Para obtener más información sobre las perspectivas de Rino Rappuoli, PhD, escuche el episodio del podcast Infectious IDeas de la NFID, Cómo la pasión y el propósito impulsan la innovación en vacunas:

S4E1 Rino Rappuoli Podcast Episodio Gráfico