La historia de Kaitlyn (gripe)

Kaitlyn había sido diligente en vacunarse contra la gripe todos los años. Era algo personal para ella porque su prima, Amanda, murió de gripe cuando ella tenía solo 4 años. Desde entonces, el resto de la familia se ha propuesto educar a las personas sobre los peligros de la gripe y la necesidad de que las personas se vacunen anualmente contra la gripe.

En octubre de 2024, Kaitlyn y sus amigos de la universidad tenían planes de vacunarse cuando el huracán Milton azotó Florida, y tuvieron que posponerlo. Kaitlyn no se sentía del todo bien. Pensó que tenía un fuerte resfriado. Ella sabía que sentirse agotado es parte de la vida universitaria, donde estás quemando la vela en ambos extremos.

Cuando le dijo a su madre, Amy, que ella también tenía un fuerte dolor de cabeza, Amy la instó a ir directamente a urgencias. Kaitlyn lo hizo y eso literalmente le salvó la vida. En urgencias, estaba hablando por teléfono con sus padres cuando recibió la noticia de que había dado positivo en 2 cepas de gripe, A y B. Al otro lado del teléfono, Amy comenzó a llorar. Sabía que Kaitlyn estaba muy, muy enferma. A Kaitlyn también le dijeron que había comenzado a tener sepsis con su presión arterial por las nubes y su ritmo cardíaco muy bajo. El servicio de urgencias llamó a una ambulancia, Kaitlyn fue hospitalizada y comenzó a administrarle líquidos y antibióticos por vía intravenosa. Estaba aterrorizada teniendo en cuenta su historia familiar.

A pesar del huracán, Amy logró volar inmediatamente desde Filadelfia. Ella estaba allí cuando Kaitlyn fue dada de alta al día siguiente.

Pero su calvario no había terminado. Kaitlyn no podía retener sus medicamentos ni ningún líquido, comenzó a vomitar y se deshidrató gravemente. Terminó de nuevo en el hospital, donde la medicaron de nuevo por vía intravenosa. Los médicos le dijeron a Kaitlyn que podría haber muerto.

Si bien se había recuperado físicamente, lo que sucedió después confundió a Kaitlyn. Se ponía a llorar al azar sin razón aparente. Se puso extremadamente ansiosa, no quería socializar y se sentía deprimida. Esto no era lo que ella era, y no entendía lo que estaba pasando. Más tarde descubrió que sufría de una afección llamada depresión posviral, que es provocada por una experiencia traumática.

El mensaje de Kaitlyn para todos es el siguiente: vacúnense contra la gripe todos los años, tan pronto como estén disponibles. No confunda la gripe con algo que no es gran cosa. Y, si no se siente bien, incluso si cree que es solo tos y un resfriado, si los síntomas persisten, tómelo en serio y hágase la prueba lo antes posible y comience el tratamiento si se lo recomiendan.

Adquirido de familias que luchan contra la gripe