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17 de septiembre de 2019

Historia de la gripe de Nick

A los 40 años, Nick Fulweiler era un padre sano y activo al que le gustaba pescar, cazar, andar en cuatriciclo y pasar tiempo con su familia. A finales de enero de 2019, comenzó a sentirse enfermo con varios síntomas, como fiebre, congestión en el pecho, dificultad para respirar, dolores musculares, escalofríos y malestar estomacal. Los síntomas de Nick continuaron durante aproximadamente una semana hasta que finalmente el 31 de enero de 2019 acudió a un centro local de urgencias donde le informaron que probablemente tenía influenza (gripe) y bronquitis. El médico no le recetó antivirales para tratar la influenza (gripe) porque ya había pasado la ventana de 48 horas en la que los antivirales son más efectivos. El médico le recetó prednisona y le aconsejó que descansara, bebiera líquidos y regresara si los síntomas empeoraban.

Al día siguiente, el 1 de febrero, Nick se desmayó en su casa y su hijo de 14 años llamó a una ambulancia. Nick recuperó la conciencia justo antes de que llegara la ambulancia y lo llevaron a un hospital. Le realizaron radiografías adicionales que indicaron que Nick en realidad tenía neumonía. Por esa razón, los médicos decidieron internarlo y comenzar a administrarle medicamentos por vía intravenosa. A la mañana siguiente, le costaba mucho respirar, por lo que le colocaron oxígeno y fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos (UCI). En cuestión de horas, el estado de Nick se volvió extremadamente crítico y lo conectaron a un respirador. Los médicos le dijeron a su esposa, Tori, y sus dos hijos que era posible que Nick se muriera. Debido al deterioro de su estado, lo trasladaron nuevamente en ambulancia a un centro de trauma de nivel 1.

Nick estuvo en un coma inducido durante tres semanas, lo que implicó estar conectado a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) durante 8 días. Durante su internación, los médicos llegaron a la conclusión de que Nick tenía influenza A, lo que provocó una neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda grave (SDRA) y sepsis. Durante 25 días que se hicieron eternos, su familia no sabía si Nick sobreviviría. Tori recuerda el dolor y la ansiedad que experimentaron al ver a Nick luchar por su vida.

Nick no recuerda nada de su horrible experiencia (salvo dos sueños recurrentes) desde ese primer viaje en ambulancia de su casa al hospital. Nick estuvo internado durante 28 días y tuvo que asistir a rehabilitación para volver a aprender las habilidades básicas. No podía caminar sin ayuda y necesitaba ayuda para comer y bañarse cuando llegaba a casa. Nick finalmente recibió el alta de su tratamiento de fisioterapia dos meses después de su enfermedad. A raíz su enfermedad, sufre algunas afecciones médicas permanentes, como diabetes tipo 2, problemas de visión y pérdida de cabello, y se fatiga fácilmente.

Nick no se había vacunado contra la gripe porque ni él ni su familia sabían lo grave que podía llegar a ser. Nick y su esposa, Tori, creen que ahora se debe tomar mucha más conciencia sobre los posibles efectos devastadores de la influenza (gripe). Se han comprometido a vacunarse anualmente contra la gripe todos los años, y comparten su historia con la esperanza de poder ayudar a evitar que otros experimenten lo que ellos han atravesado. La familia de Nick quiere que los demás sepan que la gripe representa un riesgo para todos, incluidos los adultos sanos.

Nick Fulweiler
Pine City, MN

Adquirido de www.familiesfightingflu.org

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