Seguridad y ciencia de las vacunas

Antes de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) autorice o recomiende el uso generalizado de cualquier vacuna en los EE. UU., se llevan a cabo rigurosas evaluaciones de seguridad.

Tras la autorización oficial, la FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) trabajan con especialistas médicos para supervisar la seguridad de las vacunas, lo cual abarca la detección de reacciones adversas y la identificación de eventos inusuales que no se detectaron en las fases de estudio previas a la aprobación. Estados Unidos dispone de cuatro sistemas de vigilancia para supervisar la seguridad de las vacunas tras su autorización y aplicación en la población, a los cuales se han sumado nuevos sistemas enfocados en las vacunas contra el COVID-19. Estos sistemas tienen como objetivo supervisar los efectos secundarios ya identificados y detectar los efectos adversos inusuales que los ensayos clínicos previos podrían no haber revelado.

Uno de los métodos implementados para supervisar la seguridad de las vacunas tras su aprobación en EE. UU. es el Sistema para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS). El VAERS recopila informes de eventos adversos de profesionales médicos, fabricantes de vacunas y ciudadanos, y documenta más de 25,000 casos cada año, lo que se contrasta con los millones de dosis de vacunas que se aplican.