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4 de mayo de 2013

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Dra. Kathleen M. NeuzilExiste el viejo adagio "Algo viejo, algo nuevo, algo prestado..." Si bien esto se suele encontrar en el mundo de las bodas, la semana pasada también lo vio en el mundo de las vacunas.

Primero está el "viejo"... Carolina del Norte está experimentando actualmente un brote de sarampión. El recuento ahora es de 19 afectados en varios condados diferentes. El brote se ha rastreado hasta una persona no vacunada que recientemente regresó de la India, lo que pone de relieve el hecho de que las enfermedades infecciosas no conocen fronteras. Este brote ha llevado al estado a ofrecer una clínica gratuita donde los residentes pueden recibir la vacuna triple viral. Una vacuna autorizada para prevenir el sarampión estuvo disponible por primera vez en 1963, y una vacuna mejorada en 1968. Las vacunas contra las paperas y la rubéola (sarampión alemán) estuvieron disponibles en 1967 y 1969, respectivamente. Las tres vacunas (contra las paperas, el sarampión y la rubéola) se combinaron en 1971 para convertirse en la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR). Este brote se produce solo unas semanas después de un brote mucho más grande en Gales, lo que demuestra claramente que esta "vieja" enfermedad sigue siendo, por desgracia, un problema de salud pública actual.

En cuanto a lo "nuevo", los recientes brotes de gripe aviar H7N9 han llevado a los científicos a desarrollar rápidamente una vacuna integral contra la cepa virulenta del virus. En la reciente Conferencia Anual de la NFID sobre Investigación de Vacunas, la Dra. Kathleen M. Neuzil del Programa de Tecnología Apropiada en Salud (PATH, por sus siglas en inglés) habló con Infectious Disease News sobre la nueva cepa de influenza. Puedes ver la entrevista completa aquí.

Ambas situaciones nos recuerdan que tanto el pasado como el futuro están siempre presentes en el mundo de las vacunas.

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